¡No todo va a ser malo!
Esta mañana estaba en el probador de una tienda, probándome ropa (una talla menos de lo que solía, por cierto), y me ha dado por mirar bien cómo me quedaba el vestido que llevaba hoy. ¡Y vaya cambio!
Este vestido me lo compré a principios de junio, pero no lo estrené porque me iba muy estrecho (lleva cremallera lateral), casi ni podía respirar y amenazaba con explotar. Me lo puse por primera vez hace 3 semanas, y me iba bien.
Pero hoy.... ¡me va enorme! Más allá de kilos perdidos o centímetros bajados, aquí sí se aprecia que he bajado mucho volumen.
¡Estoy súper feliz!
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